Después de haber trabajado este blogfolio, llego a las siguientes conclusiones:
- La evaluación en un currículo por competencias se caracteriza por ser formativa y como tal es un proceso complejo y multidimensional que requiere de conocimientos, destrezas y actitudes por parte del docente.
- Para la evaluación de una asignatura, se parte de un enfoque de evaluación, se elabora un plan o sistema de evaluación en el que se formula los criterios de evaluación de los resultados de aprendizaje, nos agenciamos de indicadores claros y planteamos evidencias tangibles que serán valoradas con instrumentos de evaluación pertinentes. Y es importante no descuidar la retroalimentación en la que se valora tanto el proceso de aprendizaje como el producto final.
- De los modelos de evaluación, me pareció interesante el de alineamiento constructivo de Biggs. Favorece una intervención más integral del aprendizaje ya que relaciona los objetivos de aprendizaje, las estrategias de aprendizaje, los recursos para el aprendizaje y estrategias de evaluación de los resultados de aprendizaje.
- Existe una amplia variedad de instrumentos de evaluación a servicio del modelo formativo. La rúbica, por ejemplo, es ampliamente versátil, podemos utilizarla para evaluar conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales. El portafolio es otra herramienta que regula el proceso de aprendizaje favoreciendo las habilidades de autorregulación y autoevaluación del estudiante con ayuda de la reflexión y crítica.
- He logrado entender que la retroalimentación es la columna vertebral de la evaluación formativa. Esta debe estar focalizada a aspectos puntuales de la tarea o producto. Es importante equilibrar el feedback de acuerdo al tipo de estudiante. No todos entenderán la retroalimentacion de la misma manera.
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